Antonin Artaud
El teatro de la crueldad
Ciencia, poesía y metafísica
Es imposible “pensar” en los escritos sobre teatro de Antonin Artaud a partir de lo que comúnmente se entiende por teatro: una representación. El teatro de la crueldad es, según lo define el propio Artaud, la negación del teatro como representación: “…no se representa, se acciona. En realidad el teatro es la génesis de la creación…”. Es un contrasentido recurrir a Antonin Artaud como un teórico del teatro cuando, en realidad, él fue un teórico de la destrucción del teatro.
Los textos que integran El Teatro de la crueldad, traducidos por vez primera al castellano, atestiguan, pese a su total desenfreno, la necesidad inevitable de entrar en contacto directo con el ser humano, tanto por medio del cuerpo como por medio del “alma”, del grito, rompiendo todas las formas externas existentes, queriendo que el ser humano se pliegue a la rebeldía total, a la libertad absoluta. Para Antonin Artaud, el teatro es uno de los escasos medios que posee el ser humano para “renovar su existencia” y de dar forma a su propia realidad. Es pura exigencia. Lo que se acerca más a una especie de “quemadura del alma”, allí donde quedan al descubierto los pensamientos y las emociones que de inmediato son destruidos. Es la destrucción del estilo. “El estilo me horroriza, y me doy cuenta de que cuando escribo fabrico estilo; por eso quemo todos mis manuscritos y guardo solo los que me recuerdan una opresión, un jadeo, un ahogo en no sé qué bajos fondos, porque eso es lo auténticamente verdadero”.