El análisis
¿Cómo y por dónde comenzar el análisis?
Utilizaremos la décima parte que se le otorga a la razón, de acuerdo con los estudios de Maudsley, para despertar la creación inconsciente de las emociones.
Lo inconsciente a través de lo consciente, este es uno de los lemas de nuestro método.
¿Cómo intervendrá la razón en el proceso creador? La razón reflexiona de este modo, el primer estímulo para el impulso creador es la voluntad creadora.
El análisis efectuado a través de la voluntad creadora es el mejor estímulo para buscar en el texto de la obra, y en uno mismo, los impulsos creadores que llegan a ser imprescindibles en el proceso creador.
En toda buena obra hay muchas escenas capaces de estimular al actor. Esto puede deberse a la belleza de la forma, del estilo, por las imágenes, por la profundidad de las emociones, etc.
El actor debe leer y releer la obra recordando las escenas que más le hayan interesado y seguir imaginando no solo su personaje, sino los de los demás actores.
No obstante, durante esta etapa del trabajo, el actor debe mantener su independencia y libertad creadora frente a cualquier presión que pueda predisponerlo al prejuicio.
Es preciso dejar el camino libre a todo impulso creador. Hay que utilizar los impulsos creadores como un medio para llegar a la creación.
¿Qué hacer con aquellas escenas de la obra en las que no surjan los impulsos creadores? Hay que analizarlas para encontrar los estímulos que hagan surgir los impulsos creadores, que son los que van a despertar las emociones.
Después de que el primer impulso creador se haya agotado, el actor deberá analizar las escenas que no hicieron surgir impulsos creadores durante la primera lectura de la obra.
¿Por dónde comenzar, y cómo realizar el análisis de las escenas en donde no surgieron los impulsos creadores? No queda otra alternativa que recurrir a la razón para que cumpla su papel auxiliar. Que sea la razón quien analice la obra. Que sea la razón la que, a modo de avanzadilla, descubra nuevos caminos para los impulsos creadores, y que las emociones, a su vez, encuentren nuevos estímulos para descubrir lo que no se ve de una manera consciente en la obra y en el personaje.
KONSTANTÍN STANISLAVSKI
El actor y su personaje
La Pajarita de Papel ediciones