sábado, 5 de junio de 2021

 

Fin de ensayos
   
   Teclea. Amputa textos, disecciona las frases, con frialdad. Se ajusta las gafas y relee como quien lee un prospecto. Soy yo. Pero nada tiene que ver este tasador conmigo, no fue él quien escribió esos diálogos que corrige. Con las palabras aún calientes. Arrancadas a la emoción que palpitaba en la memoria. Mira el tamaño de las cicatrices, ajeno ya a las heridas que  la causaron.
      Hasta el final buscamos un comienzo, desde el comienzo buscamos un final, ahora podemos volver al principio sin retroceder. Sin añadir, sin modificar, es la señal, el trabajo está agotado.
     Ni mucho menos hemos llegado al fin de la obra. Siempre nos parecerá poco profunda su densidad dramática, pobres sus formas. Sin embargo, el tiempo ha transcurrido, agotando todo el impulso que nos movía hacia ella.
     Un final no es una resolución.
     La obra no se apaga, desaparece en sí misma.
     Algún día el mar nos devolverá todas las huellas... Será la señal. Solo entonces la obra estará acabada.

EUSEBIO CALONGE
Teoría y práctica de lo incierto
La Pajarita de Papel ediciones