martes, 8 de junio de 2021

La crítica

   Las relaciones entre los actores y los críticos, a veces, son compicadas. ¿Quién tiene la culpa? De una manera inútil, la crítica, utilizando la fuerza de la palabra impresa, ha mantenido con el arte del teatro una actitud de fuerza. De una manera injusta, el crítico se ha erigido en juez. También desconcierta un poco como reaccionan muchos actores frente a los críticos, haciendo que, dentro de sí, se acumule resquemor hacia la prensa o que la ignore totalmente.
    Es difícil valorar nuestras efímeras creaciones a través de las opiniones de la crítica.
    ¿Será posible mejorar esta relaciones un tanto enfermizas?
    La falta de audacia y de capacidad que tiene la crítica, hace imposible establecer una actitud ética entre la escena y la crítica, muchas veces por la falta de honradez del crítico.
    El crítico debe tener talento, memoria y conocimientos.
    Es poco frecuente que estos atributos estén en una misma persona y por eso se acepta la idea de que solo nace un buen crítico cada cien años.
    Antes que nada, el crítico debe saber ver, desde los puntos de vista del autor y del actor, para poder evaluar el trabajo de ambos.
    El crítico debe ser un buen escritor. Debe tener dominio de la palabra para poder expresar con claridad los matices más delicados de sus emociones e ideas. Debe poseer una memoria colosal, pero no enciclopédica. Una memoria que sea capaz de resucitar las emociones surgidas al pre senciar una representación.
    El crítico necesita perspicacia e imaginación para poder profundizar en las ideas creadoras del autor y del actor, y así saber diferenciar el trabajo de uno y del otro.
    El crítico necesita conocimientos muy amplios con el fin de que, ante el análisis de pbras pertenecientes a todas las épocas y pueblos, pueda juzgar a la genta y la vida creadas por el autor y el actor.
    El crítico necesita un pensamiento analítico para desmenuzar con acierto toda creación en el arte del teatro.
    El crítico debe conocer a la perfección la técnica literaria y la técnica del arte del teatro, comenzando con la psicología de la creación del actor y terminando por los condicionantes que este tiene en su trabajo.
    El crítico debe ser siempre una persona objetiva. Utilizar con honestidad el poder que la palabra impresa le da. Es necesario, también, que el crítico sea prudente y tenga experiencia.
    Es nuy raro encontrar buenos críticos.
    En la mayoría de los casos, los críticos carecen de cualidades y por eso su trabajo suele ser incompleto o parcial. Muy poco entienden nuestro arte, su técnica y la psicología de la creación.
    Estas carencias impiden, en su totalidad, juuzgar con acierto lo que se le debe exigir al arte del teatro, por los que las opiniones de estas personas no ayudan en nada.
 
KONSTANTÍN STANISLAVSKI
Cuaderno de dirección
La Pajarita de Papel ediciones